El nuevo milenio trajo al deporte español un aurea diferente, nuevos cambios, nuevos éxitos y por lo tanto, más pasión y diversión para el deportista y el propio aficionado. Para no extenderme mucho por esta década maravillosa del deporte español, marcaré las pautas del éxito en las diferentes modalidades mundiales y olímpicas de cada deporte. En el tintero me dejaré muchos, pero con este artículo pretendo que TODOS, todos los deportistas y aficionados españoles, se sientan orgullosos de lo que han hecho por su país.
El año 2000 nos puso en aviso con respecto al fútbol. Una final olímpica que estaba ganada, se perdió en los penaltis ante la Camerún de Eto´o. Plata para el recuerdo. Cimientos de oro para un futuro no muy lejano. Xavi, el director de orquesta de aquel equipo. Con menos metros cuadrados y practicando el mismo deporte, el de salón esta vez, el fútbol sala se hizo con el oro mundial ante Brasil en Guatemala. Por primera vez nos alzamos con el trono. No sería la última. Javier Lózano, el arquitecto de todo. Del salón a la playa en un santiamén. Oro europeo para el equipo español capitaneado por el mejor jugador de la década, Amarelle. Pero no sólo de fútbol vive el deportista. Por primera vez en la historia, el tenis español se colaba entre los grandes levantando la ensaladera que acredita quien es el mejor equipo del mundo. El Palau Sant Jordi se vistió de gala para organizar la final ante los australianos. Juan Carlos Ferrero dio el punto decisivo ante Hewitt y la Copa Davis se posó en nuestras vitrinas. De nuevo, no sería la última. En hockey patines nos hacíamos con el oro europeo y no lo soltaríamos hasta 2008, ganando las cinco finales anteriores. Dominio absoluto en Europa.
En 2001 destacamos por encima de todas las cosas el oro mundial en waterpolo. Fukuoka, testigo japonés del éxito. El malogrado Jesús Rollán, el capitán del mejor barco español que ha navegado en piscina. Oscar Freire se hacía por segunda vez, con el maillot arcoíris, en Lisboa. Sorprendente el cántabro, que había estado más de siete meses de baja. Con pocos días de competición venció al italiano Bettini. El ciclismo más limpio que nunca con este tipo de corredores.
En 2003 regresó el motor al pódium español. Nacieron estrellas que siguen cosechando, hoy día, éxitos para España. Fue el boom del automovilismo. Un astuariano llamado Fernando Alonso gana la primera carrera de Fórmula 1 en Hungría para el deporte español. Pedrosa, en motociclismo, se alza con el campeonato del mundo de 125cc. Adan Raga, comienza en trial una carrera llena de éxitos. Cuatro años seguidos ganando el campeonato del mundo. El tenis nos deja un número español. Siguiendo los pasos de Carlos Moyá, el héroe del Sant Jordi, Juan Carlos Ferrero “el mosquito” se eleva al Olimpo de los Dioses aupándose al número uno del ranking ATP. Y con la red más elevado, en vóleibol, Rafa Pascual y los suyos se hacían con el mayor logro cosechado de este deporte hasta el momento, el oro en la liga mundial.
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