La crisis económica ha llegado a la Fórmula 1. La escudería japonesa, y principal fabricante de vehículos del mundo, Toyota, ha decidido desvincularse definitivamente del cartel de equipos que participarán el año que viene en la competición internacional más importante en el ámbito del motor.
Los últimos resultados financieros obtenidos por el gigante nipón, unidos a su pobre palmarés en sus siete años de historia, han sido determinantes a la hora de tomar esta difícil decisión. El director deportivo, Tadashi Yamashina, se ha encargado de entonar los acordes del “pido perdón” de Antonio Orozco, pero no sabemos si lo ha hecho por impotencia monetaria, deportiva o una combinación de ambas.
Lo cierto es que el Imperio del Sol Naciente le ha visto las orejas al lobo y ha preferido una retirada, que sabe a derrota, antes que perderlo todo. Honda, Subaru y Suzuki son otras marcas que han abandonado como consecuencia de la crisis.
En definitiva, la retirada de Toyota implica, aparte de una pérdida importante de mercado japonés, que desde ayer tenemos a dos parados más, menos mal que no residen en España: Jarno Trulli y ‘¡Vaya Timo!’ Glock. Por su puesto, también nos quedaremos sin el mayor Gran Premio de toda la Fórmula 1: el de Toyota y todo lo que rima y acaba en ‘-ota’ que, por respeto a mis lectores orientales, no voy a reproducir en estas líneas.
Bromas aparte. Que tomen buena nota, como diría ‘Don Manué’, los clubes deportivos españoles porque “cuando veas las barbas de tu vecino cortar...”.
1 comentario:
Lo siento por Toyota, pero lo que deben hacer es organizar mejor el gran circo de la F-1 y abaratar los costes en beneficio de todos.
Este año próximo volveremos a disfrutar con las carreras, con Alonso en Ferrari se va a iniciar un importante reinado que hará historia en la F-1.
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